La Militarización No Garantiza la Seguridad, No Es Sostenible En El Tiempo: World BEYOND War Sobre Políticas de Seguridad

By La Prensa, February 27, 2024

Gabriel Aguirre habló sobre el impacto en la región de políticas de seguridad pública como el régimen de excepción y el uso de efectivos militares. Dijo que estas deberían tomar en cuenta a todos los sectores de la sociedad civil.

Más militarización conduce a más violencia, explica Gabriel Aguirre, organizador para América Latina de World Beyond War (WBW), quien afirma que las políticas de seguridad deben ir enfocadas con una cultura de paz y la resolución de conflictos. En el caso de El Salvador, dijo que la aplicación de una medida como el régimen de excepción no termina de atacar el problema de raíz, y expone que diferentes sectores de la sociedad deben ser tomadas en cuenta para crear sólidas medidas.

¿Qué hace World Beyond War?

Nuestro movimiento es global. Fue fundado en el año 2014 con la experiencia y participación de un conjunto de activistas por la paz a nivel mundial, teniendo como centro poner fin a todas las guerras, abolirlas. Por supuesto poner fin al militarismo, armamentismo y todo lo que ello conduce, con lo cual buscamos proponer un sistema alternativo en este escenario de guerras y conflictos en el mundo, que es mucho más que trabajar en una cultura de paz. Es un campo enorme, amplio, pero estamos plenamente convencidos que para dirimir conflictos en el mundo, ya sea a escala global, regional o en comunidades, es necesario gestionar los conflictos de una manera diferente, sacar la guerra y la violencia de la mesa.

¿Cuáles son las propuestas focalizadas para la erradicación de la violencia y para abolir los conflictos armados en países como El Salvador?

Hay cosas importantes, como en el campo del activismo, donde hay que eliminar todas las ferias de armas, quitar reclutamientos obligatorios para la sociedad civil o la exigencia de un cese al conflicto en el mundo. Así hay otras campañas que promueven conferencias de paz, establecimiento de mesas de diálogo. Tenemos un libro muy importante que es una alternativa al sistema global, es una orientación frente al ejercicio de la fuerza de los conflictos.

En El Salvador se ha aumentado el uso de elementos de la Fuerza Armada en labores de seguridad pública. De acuerdo con organizaciones sociales, en 2018 había cerca de 8,000 efectivos en las calles, pero ahora se estima hay más de 20,000 ¿Cómo ven estas prácticas que buscan implementar y aumentar la cuota militar en tareas de seguridad?

Este proceso de militarización se está aumentando de manera intensificada en los últimos años en muchos países y tiene que ver con algunos aspectos centrales, pues los países no se están preparando para la paz, sino a la guerra. Por supuesto, con la violación profunda del derecho internacional. Estos procesos de militarización e incremento de efectivos no va con nuestra visión, que es mayores garantías de seguridad y de paz para nuestros países. Se traduce en mayores índices de violencia.

¿Cómo lograrlo?

Hay que hacerlo a través de los esfuerzos con la sociedad civil, con las organizaciones internacionales de acompañamiento, para que pueda existir un gran acuerdo y que pueda ser escuchada la propuesta de la sociedad civil que trabaja en los distintos campos y que tiene propuestas. Es importante que sean escuchadas y de acuerdo a las necesidades del país, que sean implementadas. Los gobiernos están en la responsabilidad de escuchar a los habitantes y poner en práctica aquellas que den respuesta. Creemos en una paz como justicia social, que tenga de centro al ser humano.

¿Qué les parece la aplicación de medidas como el régimen de excepción? Otros países como Guatemala y Honduras ven estas políticas para buscar ese impacto contra la violencia y se ve en la región como una medida de seguridad pública debido a lo popular que ha sido en El Salvador…

Si rechazamos la violencia, la guerra, el militarismo, por supuesto que nos vamos a oponer a todo estado y situación que en consecuencia alimente, promocione, fortalezca todo lo que tenga que ver con la violencia, el militarismo y por supuesto la represión, el escalamiento de mayores conflictos. Los estados de excepción son ampliamente cuestionados, no solo en El Salvador, porque restringen y limitan derechos y garantías constitucionales que debería tener todo joven, mujer, persona mayor, niño y niña en El Salvador, especialmente hacer ejercicio efectivo a la libre reunión, de transitar. Parece que es importante que se trascienda del estado de excepción a un estado de derecho para la sociedad. Reivindicamos la existencia de un estado de derecho social a la paz.

Erradicar las guerras en el mundo… ¿Es una utopía tomando en cuenta el gran negocio que supone la venta de armas y las potencias mundiales involucradas en los conflictos globales? ¿Qué tanto puede ayudar este tipo de iniciativas como WBW?

Una de las cosas que hay que desmitificar es que nuestras sociedades siempre han vivido en guerra. No necesariamente ha sido así, nuestros pueblos aborígenes, indígenas, vivían completamente en paz, en resolución de conflictos que no necesariamente los conducían a la violencia. Existen otras formas de entender esos conflictos. La diferencia es cómo resolverlos, si es a través de la fuerza, violencia, coerción.

Vivimos en un mundo donde el comercio de la guerra y la venta de armas está entre los tres principales negocios a nivel mundial, hay empresas que se lucran de esto. Nos oponemos al desarrollo de estas ferias de armas que se hacen en todas partes del mundo como una muestra o exposición de lo que es la violencia, la matanza, el genocidio. Es un hecho condenable.

Hay millones de dólares destinados a la producción de armas…

Estos recursos que son invertidos en los desarrollos de las guerras no son invertidos en las necesidades de los seres humanos. Estados Unidos aprobó para este año un presupuesto de más de $800,000 millones y solo el 3% que emplea Estados Unidos en su gasto militar serviría para resolver los problemas del hambre a nivel mundial. Los recursos para expandir guerras pueden ser empleados para resolver problemas de hambre, educación, salud, recreación, etc. Ese es el centro de nuestra justificación. No existen guerras buenas, ni malas, hay guerras. No es imposible un mundo sin guerra.

¿Cuál es el trabajo que realizan con otras organizaciones, que es su primer punto de llegada a otros países?

En principio nos reconocemos como parte de un gran ecosistema, con instituciones que trabajan en el mismo campo y otras en áreas que se conectan con el nuestro. Por ejemplo, organizaciones que trabajan en defensa del medio ambiente, si bien es cierto no es una acción directa que desarrolla nuestra organización, estas luchas se transversalizan con el nuestro.

En el caso de El Salvador estamos trabajando con un conjunto de organizaciones que trabajan el tema de medio ambiente, de los derechos humanos. El elemento que nos reúne es la no violencia. Los pilares son la educación para la paz, el activismo y la comunicación como una forma de visibilizar de expresar, difundir y creación y generación de mayor conciencia en la sociedad, que no es trabajo fácil.

Abrió capítulo en El Salvador

El 9 de febrero de 2024 se hizo el lanzamiento del capítulo de El Salvador de World Beyond War (WBW). “Es un movimiento global que trabaja en los cinco continentes y cuyo objetivo principal es trabajar hacia un mundo sin guerra, abogando por soluciones pacíficas y promoviendo alternativas no violentas”, mencionó Lenina Tejada, representante en nuestro país.

¿Quién es?

Gabriel Aguirre Organizador para América Latina de World Beyond War
Trayectoria: Ha impulsado medidas en países de América Latina para la disminución de la fuerza militar.

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