Desde Instituto Watson, Diciembre 2020
En 2017, el ejército de Estados Unidos decidió relajar sus reglas de combate para los ataques aéreos en Afganistán, lo que resultó en un aumento masivo de víctimas civiles. Desde el último año de la administración Obama hasta el último año completo de datos registrados durante la administración Trump, el número de civiles muertos por los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en Afganistán aumentó en un 330 por ciento.
Este informe revela el precio que han pagado los civiles afganos por la escalada de violencia de todas las partes en sus intentos de ganar influencia en las conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes. Los datos demuestran que, en comparación con los 10 años anteriores, hubo un aumento del 95 por ciento en los civiles muertos por los ataques aéreos de las fuerzas aliadas y estadounidenses entre 2017 y 2019. Además, durante el período de conversaciones intra-afganas, la Fuerza Aérea afgana ha matado más civiles que en cualquier otro momento de su historia. Solo en 2018, 3,800 civiles afganos murieron en ataques aéreos.