por Simón Zinnstein, voz izquierda, Abril 11, 2022
Los trabajadores de TrainOSE, una compañía ferroviaria griega, se han negado a transportar tanques estadounidenses con destino a Ucrania desde Alexandroupoli, un puerto en la parte norte del país. Después de que los trabajadores se negaron, los patrones trataron de obligar a los trabajadores ferroviarios de otros lugares a que asumieran el trabajo.
“Desde hace unas dos semanas”, el Partido Comunista de Grecia (KKE) dijo en un comunicado, “ha habido presión sobre los empleados de la sala de máquinas en Tesalónica para que vayan a Alexandroupoli”.
El esfuerzo desesperado de los patrones por encontrar trabajadores que hicieran avanzar el transporte no tuvo éxito. El argumento de los empresarios de que no deben tener un interés específico en lo que transportan quedó en nada, incluso con una amenaza sobre el contrato de los trabajadores, que dice: “Un empleado puede desplegarse según las necesidades de la empresa”. Otras amenazas de despido también resultaron infructuosas.
A medida que esto se desarrollaba, los sindicatos intervinieron, exigiendo que los trabajadores ferroviarios griegos no fueran utilizados para transportar equipo militar y el fin de las amenazas contra quienes se negaban a mover armamento de la OTAN. Una union ambiental los estados,
Ninguna participación de nuestro país en los conflictos militares en Ucrania, que se cometen en interés de unos pocos a expensas de los pueblos. En particular, exigimos que el material rodante ferroviario de nuestro país no se utilice para transferir el arsenal de Estados Unidos y la OTAN a los países vecinos.
La declaración pone al sindicato en desacuerdo no solo con los patrones, sino también con el presidente estadounidense Joe Biden. El lunes pasado, Biden anunció que Estados Unidos gastaría 6.9 millones de euros en Ucrania y los estados miembros de la OTAN para “mejorar las capacidades y la preparación de las fuerzas, aliados y socios regionales de Estados Unidos frente a la agresión rusa”.
Desafortunadamente, los jefes de TrainOSE lograron traer esquiroles y las armas finalmente se trasladaron, pero no sin una acción final por parte de los trabajadores en huelga, que rociaron los tanques con pintura roja.
Este boicot a una entrega de armas demuestra una vez más que los trabajadores son capaces de acabar con la guerra. En otros lugares, como en Pisa, Italia, los trabajadores del aeropuerto se han negado a entregar armas, municiones y explosivos a Ucrania. En Bielorrusia , también, los trabajadores ferroviarios se han negado a entregar los suministros que se necesitan con urgencia para el ejército ruso. Ahora los trabajadores griegos se han sumado a este llamado internacional. Están demostrando a todos que los trabajadores cotidianos pueden detener la guerra. Es un modelo para los ferroviarios alemanes que ya han demostrado, con un manifestación inicial en Berlín contra las entregas de armas, que se oponen a la guerra en Ucrania.
Desde la izquierda revolucionaria alentamos movilizaciones mundiales contra la guerra que exijan la retirada de las tropas rusas de Ucrania y denuncien el papel de la OTAN y el rearme de las potencias imperialistas occidentales. Debemos luchar para que la oposición a la invasión rusa, expresada por quienes se manifiestan contra la guerra en todo el mundo y particularmente en Europa, no se convierta en un mecanismo para promover el militarismo y el rearme de las potencias imperialistas. La unidad obrera internacional, que es más necesaria que nunca, puede desarrollarse sólo interviniendo de esta manera en las luchas que ahora están en pleno apogeo.
Publicado por primera vez en alemán el 3 de abril en Klasse Gegen Klasse.
Traducción de Scott Cooper
One Response
Lástima que a los trabajadores estadounidenses en los centros de fabricación y envío de defensa se les lave el cerebro de que Estados Unidos debe alentar más violencia, incluida la invasión y destrucción de Rusia.