Por transición en EE. UU., 31 de octubre de 2021
El enorme presupuesto militar de EE. UU. (Más grande que los siguientes diez países juntos) desvía fondos de las respuestas desesperadamente necesarias tanto para la salud de la comunidad como para las necesidades de servicios sociales, así como para los desafíos de la crisis climática. En perspectiva: en 2020, EE. UU. Gastó el 028% de su presupuesto discrecional en energías renovables, en comparación con más del 60% en el ejército. Y una verdad menos conocida es el impacto de las fuerzas armadas en el cambio climático: las fuerzas armadas de EE. UU. Son el mayor consumidor institucional de combustibles fósiles, emisor de carbono y posiblemente el peor contaminante ambiental del mundo. Únase a nuestro panel inspirador para aprender más sobre este tema vital y sobre las formas en que las comunidades pueden trabajar en solidaridad, abogando por la desinversión del financiamiento masivo de destrucción por parte de las fuerzas armadas y hacia un financiamiento que apoye los sistemas de justicia, la no violencia y la curación.