Yoshikawa espera que, suponiendo que la preservación del medio ambiente no sea suficiente, la absoluta incompetencia del proyecto FRF permitirá a los legisladores estadounidenses ver que su ventaja estratégica está sobreprometida.

“Claramente, la construcción de otra base estadounidense gigante en Okinawa no disminuye, sino que aumenta, la probabilidad de un ataque”, argumenta la carta en sus notas finales.

Yoshikawa señaló que los artículos de la Convención de Ginebra, que buscan proteger a las poblaciones civiles en medio de conflictos militares, resultarían inútiles en Okinawa: la proximidad física entre las bases y la sociedad civil haría que las protecciones de la convención fueran difíciles, si no imposibles, de hacer cumplir.

“Nos utilizarían como escudos humanos para las bases militares, no al revés”, dijo Yoshikawa. “No queremos ser utilizados y no queremos que nuestros mares, bosques, tierras y cielos sean utilizados en los conflictos de estados”.