Por David Swanson, World BEYOND War, Octubre 26, 2021
El momento de un golpe militar en Sudán es sospechoso, ya que se produjo pocos días después de que Jeffrey Feltman, representante del principal gobierno facilitador de golpes del mundo, el de Estados Unidos, se reuniera con líderes militares en Sudán. Los intentos de golpe conocidos respaldados por Estados Unidos en los últimos años ya incluyen: Guinea 2021, Malí 2021, Venezuela 2020, Malí 2020, Venezuela 2019, Bolivia 2019, Venezuela 2018, Burkina Faso 2015, Ucrania 2014, Egipto 2013, Siria 2012-presente, Malí 2012 , Libia 2011, Honduras 2009 y Somalia 2007-presente, y al dorso a través de los años.
A la vista de Alianza Negra por la Paz, una parte importante del problema en Sudán es el entrenamiento de la policía y el ejército por parte de Estados Unidos y la OTAN para hacer frente a los levantamientos no violentos. Claramente, si eso está sucediendo, debe terminar.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha denunciado el golpe y ha cortado la financiación de la ayuda. Pero el gobierno de EE. UU. Ya ha pasado años recortando la financiación de la ayuda y bloqueando el apoyo de otros lugares a través de una designación de terrorismo ahora levantada. Estados Unidos incluso coaccionó a Sudán para que reconociera a Israel sin requerir el reconocimiento israelí de Palestina, pero no utilizó su influencia para hacer que Sudán celebrara elecciones democráticas.
Debemos apoyar a las personas que han salido a las calles en grandes cantidades. El pueblo de Sudán había derrocado a un gobierno brutal y se acercaba a una transición a un gobierno civil. Ahora, un golpe militar ha anunciado ridículamente que se necesitarán años para celebrar elecciones.
Sudán necesita un embargo de armas, no un embargo de alimentos. Necesita una prohibición de los entrenadores, armas y municiones militares y policiales. No necesita más empobrecimiento. El mundo debería ofrecer el envío de protectores y negociadores civiles desarmados. Estados Unidos debería cortar su apoyo militar a decenas de gobiernos brutales en todo el mundo, unirse a la Corte Penal Internacional, ratificar los principales tratados de derechos humanos y defender de manera creíble el uso del estado de derecho en Sudán y en el mundo, no incurrir en más castigos colectivos en violación de los Convenios de Ginebra.